Samuel Santana

El contexto de una espera

Entre lienzos de angustia

allí te esperé.

La niebla  se interponía,

el frío laceraba el alma y

un silencio profundo

envolvía al tiempo.

Con el rostro entre

mis manos,

pensaba en la complejidad

de los hombres con

sus intenciones ocultas.

El invierno no era bueno

para olvidar.

Una melodía,

embrujada y calmada,

me llegaba desde el mar.

Sentí sueños volando

como pájaros sin rumbo

y atacados por las

lluvias furiosas.

En el espacio vacío

buscaba el sendero de la

luz y de los atardeceres perdidos.

Pero por entre las ramas

deshojadas de un árbol antiguo,

solo vi al horizonte lejano, callado

y terriblemente nostálgico.