rosi12

Lucía vuelve II

De todas maneras, insitió, Juan, no me gustaría, que dejaras el pueblo , sin hablar.

Yo también me casé, tengo mellizos, la vida me ha tratado bien, con una mujer hermosa, pero tú Lucía...

(Un largo silencio se cerró entre los dos. Las hojas de las palmeras se meneaban por una brisa más calurosa, era lo único que se escuchaba.También sus primas habían dejado 

de hablar. Tal vez tratando de oír, pero el silencio entre los dos se agudizaba cada vez más).

Lucía era una mujer de cabello cobrizo recogido en una coleta, sus ojos deslizaron, cierto aire de tristeza, al no poder mirar a los ojos a Juan. Este estaba ensemismado mirando

sus manos que había besado, hasta el infinito, sus labios que habían sido suyos alguna vez.

-Recuerdos solo recuerdos y muy buenos tengo de ti, Juan.

-Lamento que no me despedí de ti, cuando me fui a la ciudad- Creo que no hubiera podido irme si te decía adiós.

-Tuve que abandonar muchas cosas, que me hicieron falta, estando sola en la ciudad. Temía flaquear y que me venciera la comodidad de esta vida, los afectos que siempre 

estuvieron conmigo, por más tiempo que haya pasado.

La muerte de mis padres, fue súbita e inesperada, que me paralizó.

Recién ahora, pude venir a despedirme de ellos.

Conversaciones que quedaron pendiente en vida y cuando estuve en el cementerio, logré esa ansiada paz que necesitaba.

Se que físicamente no están ahí. Que somos solo un puñado de huesos, lo que yace allí. Sin embargo logré comunicarme con sus almas, poder perdonar y ser perdonada.

Se abrazó a Juan con lágrimas en los ojos.

El la contuvo como pudo acariciándole el cabello y ella sollozante, le susurró al oído perdóname también tú.