Francisca cz

Te robé un beso

Sin nobleza y osadía,

Robé un beso de tu boca,

Y de suma cobardía,

Oculté el porqué de eso.

 

Y si me llamas y preguntas:

“¿Qué harás después de esto?”

Yo con risas de disimulo ocultaré rojas mejillas,

Rogando porque el tiempo vuele,

Cuando ocurren éstas acciones,

Que sin justificaciones,

 Provoqué de atrevida.

 

Luego, poco a poco, trataré de zafar,

De dar media vuelta y ¡Por Dios escapar!,

Huir de tu mirada, esos ojos de alquitrán,

Que miran rebuscando respuestas con afán.

 

¡Viles son tus ojos que no dejan respirar!

No dejan apartar los míos y me dejo encantar,

Y lentamente sucumbo ante el vislumbre de cristal,

Aquel que evoca pasiones que derrama en caudal.

 

Sólo un beso fue, fue y nada más,

Deja que tu doncella se pueda retirar,

Olvida con el viento ¡Trata de olvidar!

Fue mi descaro a tus labios mancillar.

 

Y dando la espalda me comencé a alejar,

Apurando el paso, las piernas empezaban a flaquear,

Los brazos cedían, las manos a tiritar,

Si podría hasta un susurro a mi cuerpo desdoblar.

 

Pero escuché una carrera de pasos, un frenesí, un trotar,

Y siento que tus manos a mi cintura, sujetar,

Cuando menos lo espero, tu boca mancillar,

Ahora la tuya mancilla la mía, con dulzura y melar.

 

27/04/10