Tania CasFer

Paz en guerra.

El día que sopló sus cenizas.

Se lava con paz y silencio,
mientras los gritos de guerra brotan de su infierno,
una pizca de sal se convierte en lágrimas que surcan los contornos de su cuerpo.
Cae un manto áspero y pesado sobre su delicada piel que se hunde tras el impacto de bala,
estallando un hilo de furia sobre su tez desnuda.
Lujuria extasiada,
muda de miradas ,
ciega de palabras,
sorda de caricias
toda ella rota por la codicia
besa sus manos mientras divisa la desdicha de quien predijo que serían alegres sus días.


En el abismo de tal pesadilla solo cabe abrazarse a si misma para escapar.