Alberto Escobar

Manantial sediento

 

 

Siento...

 

El sentir es prueba fehaciente de que vivo.
La emoción es el don más preciado que tengo.
La emoción me da todo y me lo quita, me lo complica.
Sin sentir todo sería gris, frío, yermo, pero también sereno,
plácido.
Ojalá fuera capaz de entregarme a las emociones que llenan
con la misma intensidad que rechazar aquellas que amargan.
Tengo un propósito, una filosofía, una religión que me consagra
a buscar el hedonismo, el placer en lo pequeño, austero, Dios
está en los detalles , en lo ínfimo y diario, quiero ser átomo
que gire constante en torno a un núcleo, un mundo, una naturaleza
que me conecte a la tierra que piso, humildad, ser grande por
saberme pequeño.
Eludir, evitar las disputas con el otro, no soy nadie para dar lecciones,
cada quien es cada cual, que decida el otro qué hacer como yo decido
por mí, bastante tengo con dirigirme a buen puerto como para...
Me interesa del congénere lo que me une, su energía, su corazón,
con la que me alimento, soy egoista porque si ayudo a alguien me
estoy ayudando a mí mismo, solo he venido al mundo que nos acoge
para saber quien soy, el otro me sirve para mí.
Solo yo puedo ayudarme, agradezco el bálsamo del otro aunque solo
me alive un instante.

 
Fluyo...