Magaft

Almas condenadas

En el barrio inmundo y silenciado
Con la oscuridad de las almas
Que se agitan en los antros.
De los nefastos pactos de cama 
Que ahí se acuerdan y se aplican
Son testigos la miseria y...la nada.
Se respira placer abyecto y contagio
Que se extienden a sus anchas.

 

Las que habitan, mujeres y niñas
Ángeles de la muerte las llaman
Aunque hasta Dios las ha olvidado.
Tan repudiadas como solicitadas
Enfermas despojadas de opciones
Malviven, sirven...y se apagan.

 

Algunas desdichadas albergan vida
En esas doloridas entrañas
Extendiendo el infortunio o
Buscando en otro ser, esperanza.
Y mientras se pintan las uñas
Se arreglan para estar guapas
Incluso alguna sonrisa regalan
A sus visitantes de alma degradada.

 

Los visitantes del mercado obsceno
Juegan a la ruleta de la desgracia.
En búsqueda del placer efímero
Eligen carne inocente y malograda
Participando del dolor, abuso, males...

 

En las habitaciones de la infamia
Donde se corrompe y se va la vida
Intercambian necesidades desesperadas
Las almas condenables o puras...
Qué importa, todas están condenadas.