Si callamos el ruido del mundo,
podremos oír recitar a las flores
verdades tristes sobre los hombres.
Si apagamos las luces, las estrellas se burlarán
de la ceguera humana, de los que huyen
de las verdades evidentes.
Y serán las aves quienes entonen,
melodías tristes llenas de abatimiento,
por esos niños que van aprendiendo;
a llegar alto en la vida ignorando al resto.
Si callamos el ruido del mundo,
percibiremos al viento dando consuelo
a los que fueron olvidados,
por aquellos a quien tanto amaban
al ver su pasos torpes y lentos.
Si callamos el ruido del mundo,
el cielo con voz firme dirá,
que nunca es tarde para cambiar;
que somos humanos imperfectos,
pero con gran tenacidad.