Diluz

Soñar no cuesta nada.

Lo  mucho o poco que soñara un día,

tal vez lo poco o nada se haga cierto;

pues  hube de sembrarlo en el desierto

sin agua fresca para darles vida.

 

Sueños dormidos pero no olvidados

allende en el pasado me asistieron,

cuando  en laberintos se perdieron

en la espera que fueran rescatados.

 

Los “sueños sueños son”, allí quedaron

en el eterno empeño de quimeras,

pasando los Otoños, Primaveras…

 

Inviernos y Veranos  cual destellos,

amando de por vida en sentimiento

todos los  sueños que me cobijaron.

 

¡Soñar no cuesta nada, y es tan bello!.

 

Autora Alicia Almeida *Diluz