Maravilloso es recordar, pero cuando esto se vuelve un hábito , un sabor amargo comienza a invadir tu alma.
Tantas cosas que pudiste cambiar, tantas oportunidades perdidas, no le des al tiempo la potestad de decidir, este no decide, es solo un personaje que actúa de forma imparcial ante tus emociones y decisiones, capaz de llevarte a la destrucción o al climax total del placer.
Llevas en tus manos el timón para dirigir el barco que te llevara a tu destino, eres el único que posee la capacidad para sanar tus propias heridas, aquella capacidad imperceptible para no latigarte por tus errores.
Te hundes en el océano del recuerdo, pero con ello abres una puerta para descubrir tu identidad, para reconocer quien eres, con los años creaste un mundo de temor dentro de ti, tan real e indestructible que ahora son parte de la verdad a la que llamas \"Vida\"