HERMINSON YULE RIASCOS

MALDITA TAUROMAQUIA

I

 

El cobarde torero

hiere al toro y corre

en pro de la torre

que es su burladero.

 

jadea y con desespero,

nada ni nadie lo socorre

y eso hace que no ahorre

ni una gota de ser fiero.

 

la ahora arena carmesì

siente de aquèl roble

lo que deja tras de sì,

 

la vida -vida noble-

entre gritos de idiotas

sin cordura ni pelotas. 

 

II

 

Caen miles de flores

para el vil asesino

que entre vìtores

agradece tal desatino.

 

Cesan del toro sus dolores,

maldito su cruel destino

que guìa a los peores

seres por su fiero camino.

 

Por ello es disfruto

si uno de los toreados

enhebra a aquel bruto.

 

Ahì sì corren asustados,

dèjenlo ir, les refuto

como a los astados.

 

III

 

Indulto, indulto

para todos aquellos

que dieron destellos

de coraje no sepulto.

 

Y el que se cree culto

disfruta tales atropellos

a animales tan bellos,

abiertamente los insulto.

 

Quiero verlo en la arena

luchando en desventaja

a ver si goza la faena

 

sintiendo còmo raja

el hierro carne y vena

preparando su mortaja.