En la casa vacacional que se encuentra en las afueras de la ciudad, se encuentra Mònica ya instalada provisionalmente por uno de sus clientes èl cual brindo su generosa hospitalidad, se retira y promete al dìa siguiente a primera hora de la mañana venir a recogerla, para acompañarla en las diligencias necesarias e intentar resolver su situación. Ahora reina el silencio y el vacio es intenso, al igual que aquel frìo que congela hasta el alma. Mònica no logra conciliar el sueño es imposible dormir ante un futuro incierto, lejos de su tierra y seres queridos, ante este suceso inesperado para ella, recuerda un refrán que dice asì: “cuando el rio suena piedras trae” y realmente en ese momento se pregunta asì misma:
-¿Pero de que me asombro?, si esto mas de una vez se veía venir, tanto que me lo dijo Juan y yo lo ignoraba, simplemente le decía, “Juan, ten cuidado con tus amigos que solo hablan de tumbar el gobierno, y yo creo que solo existe una manera y es a través del voto”, pues el resultado parece un autogolpe, la verdad no lo se, todo lo que quiero es regresar y no imagino de que manera. Mañana temprano irè algún organismo de este estado, alguien debe hacerse cargo de todos los que se encuentran al igual que yo en la misma situación. Independiente de si cerraron o no alguna embajada, no es posible que nos dejen a la suerte.
Mientras tanto en otro punto del mapa, Juan escucha tocar el timbre del intercomunicador, baja de inmediato y abre la puerta principal del edificio haciendo pasar a su amigo Pedro quien viene acompañado de otra persona.
-Hola Pedro pasen pronto ya empieza el toque de queda, creì que ya no llegabas
-Hola Juan, este es mi amigo Jesùs del que te hable, el conoce el camino como la palma de su mano, vamos a dormir dos horas y salimos antes de que amanezca, cada quien lleva su agua y algunos alimentos imperecederos lo vamos a necesitar, y preferiblemente usaremos botas montañeras, abrigos y mantas, ¿tienes el botiquín de primeros auxilios?
-Si amigo todo ya lo embale en un morral, prepare un refrigerio vamos a cenar y descansemos un rato antes de salir.
Esa noche Juan no logro conciliar el sueño pensando en Mònica y la gran preocupación que debía sentir sola totalmente en otro país lejos de todos sus familiares, le dolió el corazón con solo pensar la angustia que al igual que èl estaba viviendo su amada esposa.
Antes del amanecer conforme lo planeado salieron los tres amigos, con pasos ligeros logrando ocultarse entre las sombras, pues aun estaba el horario del toque de queda hasta el amanecer.
-Juan avanzaremos en este orden, tù sigues a Jesùs y yo voy detrás de ti y por favor no voltees amigo por ninguna razòn solo camina sin detenerte a menos que Jesùs lo indique. Ya pronto llegaremos al pie de la montaña otros nos esperan allà…
y la vida continùa...