Andres Kirk

Doce rosas de pasión

Doce rosas que sean rojas

No tan muertas ni tan vivas

No tan tiernas ni tan frías

Dulces y sin espinas

 

Once rosas que al sol alumbren

y que a la noche acurruquen

que a mis sueños recuerden

que de día ellos mueren

 

Diez rosas que te envidien 

que solo vean y te admiren

hasta lo mas profundo 

hasta tu otro mundo

 

Nueve rosas que me cuenten

de los riegos de alegría

de tu dulce simpatía

que te dan sabiduría

 

Ocho rosas admirables

que de errores ellas falten

y que de la lagrima de Afrodita

hagan de tu belleza infinita

 

Siete rosas como la suerte

que va y viene cuando quiere

como mis íntimos pensamientos

que de ellos ya hay cientos

 

Seis rosas de las que no me acuerde

que te di aquel día

de las que no me acuerde

que por ti algo sentía

 

Cinco rosas que de ti sonrían

y que te hagan sonreír

que saquen sonrisas

a las sonrisas de tus risas

 

Cuatro rosas que vivan eternamente

no solo para mí

no solo para ti

si no para un final feliz

 

Tres rosas que acaricien el cielo

y que toquen las estrellas

mas luminosas y mas bellas

mientras tu pienses siempre en ellas

 

Dos rosas que acaben mis versos

para que los hagan mas intensos

para que ya pueda definir

esta locura que he de vivir

 

Una rosa única y hermosa

Una rosa que te cante preciosa

Una rosa que se caiga al cielo

Una rosa inigualable como tú