Pauli

Ser chiquito, ser grande. Gracias

Chiquito y tierno mi sobrino. Se acercó a mi vida para darme alegría y ganas de sobrevivir.

Sentimiento puro que un hermano te ofrece en el mismo instante en que elige compartir.

Una pérdida deja huella. Una nueva llegada transmite espacios completos de esperanza.

Una esperanza que se renueva cuando el amor es más fuerte que toda desdicha y abandono.

Simplemente doy gracias a la vida, porque llegaste en el momento en que más te necesitaba.

Gracias por ser ese chiquito que si bien no reemplaza, sabe de ternura y de sentimiento puro.

De ocupar un espacio en mi ser, en tus juegos y en mi alma, y reflejarnos en alegrías impensadas.