Cirratus

Suspiré profundo…

Si no fuera por vértigo

hubiera saltado a vacío

sin dudarlo un instante.

 

Me hubiera quemado en el fuego

aun sabiendo que lo que realmente quema

son las ascuas.

 

A veces se me olvida

que nos dimos mil excusas

y no nos convenció ninguna,

pero seguimos jugando a no ver

manteniendo la venda en los ojos.

 

Que preferimos las excusas a las razones.

 

Para querernos solo hacía falta quedarnos

en toda la expresión de la palabra,

y sin embargo huimos.

 

Quizá nos pesaba ya la vida,

y el tiempo juntos

que a veces se hace cárcel.

 

Las cárceles están para escaparse de ellas.

 

Aun así hubiera pisado esas ascuas,

quemándome a tu lado

hasta descomponerme,

y ser solo las cenizas de un recuerdo

que se apaga lentamente.

 

Saltar al vacío con las alas rotas

solo merecía la pena

si la razón fuera quedarme en tus abrazos.

 

Así que decidí no saltar

y quererte

desde el borde del precipicio.