Gloria Lepilaf

Tu mano y el tiempo

Tu mano y el tiempo

Me van tallando a diario

Ya el reloj ha marcado casi todas las horas

Y los años van surcado las estaciones

En mi rostro y en mis manos.

Poco a poco irán muriendo aquellas huellas

Que esparcí por los senderos

Y se va apagando el canto.

Ya mis rieles han visto pasar demasiados trenes,

Muchas voces de pájaros desordenados,

Muchos ríos locos jugueteando

Por mi cuerpo cóncavo y fecundo.

Aquí estamos, amado mío, aquí estamos

Con la soledad inclinada hacia nosotros

Gastada la tinta de mi pluma.

Cuando los días se tornen grises

Y el reloj haya marcado todas las horas

Las palabras murmurarán en mis oídos

Allá, donde bajan los trenes de la muerte

Quizás ahí recién acabe mi martirio.