Enrique Garcia

[ALEGORÍA]

 

Como su más allá,
era menos visible y sombrío,
merecía un tiempo de observación inmedia-ta y direc-ta,
fuera del más acá.
Desocultar-la era ver-la,
calibrar-la,
sentir-la en el sentido de su sig-no, de lo visi-ble en lo invisi-ble,
más gravemente aún:
de ver-le el noúme-no en el fenóme-no,
el au-ra en la silue-ta,
el espíri-tu en la presen-cia. ....
Para eso había que saber ver-la.
Con-tem-plar-la.
Por eso fue sospecha-da,
merecía ser imposi-ble por un tiempo eter-no.
Supongamos que no la sabíamos tan importan-te,
sino para ciertas mira-das...
para nada demasia-do ob-vias.