Vjhaky

Divina comedia

En el año vigésimo cuarto
De mi edad,
En el infierno de Dante me encontraba.
Al borde de un hondo precipicio
Que en mi ser yacía,
Allí incesante una respuesta buscaba.
¡Vaya respuesta cuya pregunta
Ignoraba!


En los cajones de mi memoria
Indagaba,
Cuál de mis caminos que allí me situaba.
Mas, ningún otro indicio no hallaba
Que telas de haraña.
¡Vaya hallazgo: Juego de rompecabeza:!
Que en el prado de la confusa vida
Me dejaba.


Poco a poco, paso a paso, con el tiempo
Fui saliendo.
Purificandome de fuego de anhelos;
Desvistiéndo de harapientos de deseos
Que enhoblece el ego.
Madre de pensamientos y este de vicios
Que ensucia la mente, el alma y los sesos,
Daña el juicio.