Eber R. Guerrero

A un beso

¡Ay amor mío!
¿Hacia donde es que se encauzan tus aguas
si no es en dirección de un corazón?
Yo he gastado tiempo creando zanjas
para atraer tu flujo hacia mi siembra,
pero no soy bueno zanjando el suelo.
Sin embargo, hoy que una gota de tu agua
ha llegado a besar ésta mi tierra
¡Que más dichoso final de mi anhelo!