Max Hernandez

Vampimax, el sanguinario... SVP

Soñando estaba el murciélago, Vampimax nuestro amigo pseudovampiro,

con tantas letras en verso, se le cocinó lo que quedaba de cerebro.

Decidió que lo ocurrido, en aquel catastrófico y cruel momento,

Solamente había sido, un terrible y desagradable mal sueño.  

 

Quiso creer nuestro alado amigo, que lo acontecido no era cierto,

Y decidió con grande empeño, convertirse en un gran vampiro.

«Esta vez lo haré con acierto —se dijo elocuente para si mismo—

investigaré mejor en los libros, y luego volaré a cazar cuellos»  

 

Empezó a recolectar en su cueva, todo tipo de material impreso,

Encontró muchos libros viejos, periódicos, revistas y folletos.

Y de todo aquello que leía, hubo algo que lo avivó por completo,

«Donación de sangre» decía, a realizarse en un cercano pueblo.  

 

«Vaya, que son muy buenos —dijo Vampimax muy contento—

En ese lugar regalan sangre, a todos los vampiros nuevos»

Y así sin pensar mucho, tomando grande aliento alzó vuelo,

Y en algunas horas llego al pueblo, del cansancio casi muerto.  

 

Encontró el lugar del folleto, pero no vió ningún murciélago,

Igual se fue para adentro, a ver si estaba en lo correcto.

Al preguntar en la recepción, hicieron que tomara asiento,

Pues en casos de donación, es buena la sangre hasta de murciélago.  

 

Pronto lo llamaron adentro, entró Vampimax muy contento,

«Será mi iniciación —pensaba— seré un vampiro completo»

Lo sentaron en una gran silla, «Póngase cómodo señor vampiro»

Le clavaron una gran aguja, y de sangre le sacaron medio litro.  

 

De la impresión y el gran susto, perdió Vampimax el conocimiento

Saliò todo adolorido, y todos en el lugar le dieron agradecimiento.

Caminaba compungido, ya que para volar no tenía ningún aliento,

Llegó triste a su cueva, «He sido engañado» se decía a cada momento.  

 

Pero Vampimax no escarmentaba, pues soñaba con ser vampiro

Luego de unos días se recuperaba, y empezaba todo de nuevo.

«Seré vampiro cueste a quien le cueste —decía mirándose al espejo—

El Conde Maximum Vampyrus aún vive, Vampimax a vuelto al ruedo»