J.C.R

La verdad

Nací como una persona normal

donde conocí aspectos como la humildad.

No sé si me falta alguno por perfeccionar,

pero el que mejor trabajé, fue la personalidad.

 

Conocí a mucha gente de intelecto,

muchas migas con ellas hice, en efecto.

Quizás toda la historia no pueda contar,

pero intentaré resumir los actos con brevedad:

 

Vale, me encanta ayudar siempre que puedo a las personas,

pero es culpa mía por mi disponibilidad las veinticuatro horas.

No sé si es por empatía o por necesidad,

pero mi seriedad deja mucho que desear.

 

Por eso estoy harto de algunas personas,

que me desprecian de todas formas.

Como es imposible que yo me vaya a enfadar,

por supuesto, mucho menos te voy a gritar.

 

 Por ejemplo, cuando apoyo necesita,

yo como un tonto, intentando sacarte una sonrisa.

Luego le cuentas algo por propia necesidad:

\"Ui, que agobio tío, no tengo ganas de hablar.”

Parece mentira que cuando ayuda, tú me llamabas.

Yo intentando solucionar tus problemas planteados,

después de todo, para eso me has tenido,

para ser tu perrito propio aborrecido.

 

No pasa nada, para eso al fin estamos:

Para escribir las penas

que por nuestra culpa creamos.

 

Ahora os cuento otra:

Yo aquí no hice nada,

solo es a una persona.

Lo pone hasta en su frente.

Se caracteriza por: Maldad.

 

 Tiene unos pelos de oro

y unos labios color fresa.

Disfrazada por el demonio

para que en tu mente pesa.

Primero te pega y luego pregunta.

Si se ha equivocado…. seguramente sea por tu culpa.

Nunca agachará la cabeza por propia humildad,

si siempre estará encima por la falsedad.

Nunca llorará aunque sus lágrimas la bañen.

A ver si se da cuenta que no la quiere nadie.

 

Parece que odie su vida, pues solo vive en otras,

criticando a estas por estar un día solas.

¡Qué penita me das, que la felicidad nunca encontrarás!

¡Qué sola vas a estar, cuando al espejo te quieras mirar!

No tiene sentido que sigas viviendo tu libre albedrío,

pues luego te darás cuenta, que tu corazón está vacío.

 

Con esto ya me despido.

Llamarlo como queráis:

Critica, pulla, difamar…

Yo sinceramente lo llamo:

La verdad.