angelillo201

Mathama hambre, coro por la paz.

vestiditos como ángeles, y con sus voces dispuestas a ser lanzadas al viento, llegaron los niños de vall d´uixo de la mano de sus profesores caminado en fila  a la rotonda mahatma Gandhi para cantarle al árbol de la paz una canción. Si los niños parecían ángeles, no le iban a la zaga en sus atuendos sus educadores maestros progresistas. Vestidos con trajes de ricos colores,  muy limpios,alejados   de la moral en la vestimenta oscura del fascismo. Caracterizada por trajes negros para caballero, niño y señora. Entre casas coloristas y sombrías caminaban,  entre  mobiliario de bancos públicos, pintados unos con flores y otros grises, así como rotondas que recordaban con nostalgia el régimen fascista, que aún se reflejaban en el urbanismo de vall d´uixo en como  la siguiente a la rotanda a la de Matahama Gandhi a la que iban por la de los caídos por Dios y por España.  simbolizada esta rotonda en la escultura de una enorme cruz de hormigón, que contrataba con el pequeño y colorista árbol de la paz al que llegaron. Ubicado junto la estación de autobuses, símbolo del progreso y movimiento, entendido este como paz y bien. El árbol, escultura de hierro, verdadero superviviente a la tala indiscriminada del PP y del Psoe, según las ordenanzas del la cacejalía de paz y bien de urbanismo. Encargada de que la paz se mostrara en los frecuente cambios de bordillos, alcantarillado y aceras, que acaba siempre en talas arbóreas. Sin embargo, el árbol de la paz allí estaba. Ni más grande ni más pequeño, sin dar molestias a ningún jardinero por ser de hierro. La llegada de los niños levantó al vuelo un coro de palomas. Los balcones se abrieron, y mujeres con mantillas y barbas que veían espejo publico salieron atraídas por el bello canto de los niños.

Ay, Ay, Ay,

Imagine people in peace.

Ay, ay, Ay

not religión Macarena.

Here come sun,

imagine people all right.

ay, ay, ay.

macarena.

No había persona que no se sobrecogiera y abriera su corazón a la paz escuchando al coro. Incluso una mujer anciana, que sufría el síndrome de Diogenes,  a la que su familia y los servicios sociales  habían abandonado a su suerte,  llegando a cortarle  la luz iberdrola por no pagar una factura de  22 euros. factura que también le negaron los servicios sociales, quedando hacia más de un año en una oscura  casa llena de bolsas de basuras. Incluso ella, también atraída por el coro angelical, salió a  la ventana dejando entrar aire y luz. Su cara de proscrita por la sociedad sonrió ante los niños, los mismos niños que le tenían miedo. UN fuerte olor empezó a salir por la ventana, y se mezcló con las voces que pedían paz. El ambiente empezó rápidamente  a marchitarse al mezclarse el olor con las voces. El mensaje perdió su fragancia y se escampó con sus grito sucio por el aire.

El olor, el fuerte olor a la anciana putrefacta golpeo la nariz progresista.

La gente que pasaba empezó a escupir a los niños cantantes acusados del olor,y un niño del coro fue el primero en tirar una pedrada a un anciano que pasaba con la nariz tapada. El profesor le dio un bofetón al niño, y el padre del niño al profesor, y los niños empezaron a pegarse entre si ,y los profesores que odiaban a los niños dieron rienda suelta a todas las ansias reprimidas de castigarles. El conductor del autobús,  un argelino que no paraba de vomitar lleno de asco por el olor, subió al autobús y lo lanzó contra los asistentes llevándose por delante el árbol de la paz que se retorció entre espantosos chillidos metílicos bajo el guardabarros lleno de trozos de profesores y niños.

Fue el olor lo que mató la palabra. El poderoso olor a miseria ,a pobreza ,a barbarie,a injusticia, que se escondía en los rincones más limpios de vall d´uixó, y  el que florecía en los bancos llenos de dinero, en los supermercados llenos de mercancías básicas que mucha gente no podía comprar. Las  raíces de este olor, incluso hoy, después del día de la paz, son profundas, muy profundas, y están llenas de ira. La ira está reprimida, oculta por la paz, pero crece y crece.

algún día dará sus frutos., pues esta sembrado el odio y la ira.

Paz y bien.

Angelillo de Uixó.