Santiago Miranda

Para algĂșn Lector

 ...con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos... F. de Quevedo

 

Atento;
Leíste una ambigua runa absorta
en la indiferencia que no era
mía sino de algún otro portando
en tu rostro mi oscuro e ignoto 
nombre raído como una bandera 

Foránea;
Nadie es dueño de las palabras
sino les pertenecemos a ellas
doblegados a su indómito ritmo
tralá tralá lalá aún cúando la

Reconociste en tu bíforme lengua
el espejo bíblico del infinito abcdario
e impoluto paisaje adusto quiebra
figuras de tono, sentido y forma
ritmo, respiro en los espacios
blancos y suspiro hasta el fin
de los tiempos clausurados

Frígida geografía humana
donde soñar es necesario
por lo tanto divisamos
por nuestra cuenta cuentos
contamos en las manchas
de temores salpicados
y en los versos ensoñados
extatícos vislumbramos
una conversación certera
con todos los muertos / Odiseo

Encadenados a la cadencia
de sujetas-sirenas nos lanzamos
a la mar que hubo dentro
del hombre que antes de ser fue
líquido y espuma, un simple verso

Aquellas simples rimas
que terminan siempre
con uno o consigo iguales 
o aquellas líneas cerebrales
de nombres y estilo clásico


Todo vale siendo a cada paso
descrito en el campo minado
de los que se atreven a trazarse
ellos mismos con sus lápices quebrados

Desnudo yazgo escrito
oculto en cada párrafo
de silencio nuestros muertos son
(un himno de suaves retazos)
la clave de consejos sabios

La voluntad de la voluntad
es tuya dialéctica oscura
enseñame tu cuerpo universal
hágase, la luz y luego la tiniebla

Expande tu carne de niebla e ilusiones
a la singladura del más allá incertidumbre
al cruzar aquel extraño puente que mis pies
imaginarios solo van siendo cargados por los tuyos
entre tú autor farsante y yo lector supuesto
que conjugaste en duda las piezas marchitas vigila
tu sombra a tu zaga servidor, recojo tus migas
hacia ningún lugar

Dejáme morder la ostia
de la comunión confusa
dime quién de los dos
existe ahora no nos mientas

A los ojos solares de la belleza
eterna no etérea nadie sabe
a ciencia cierta
como funciona esto
de una belleza intermitente
que aparece voluntariamente
y se difumina cuando es más
buscada -nuestras armas tomadas-

Leer con el espíritu leer
o devorar con atenta ternura
y asimilar los misterios ocultos
de cada lejano escriba y fantasma

Mis queridos muertos me dirijo
desde el pasado de quien vive
yo desde este claustro santo
un intento de decires multiformes


Transcribir lo sentido
de la forma más clara
en el momento hubo algo
como una chispa que irrigó
la semilla reventada y aunque
acometió el llanto a disiparse
la bruma fallecida y por un dívino
milagro emergieron risas y cantos