Diego Nicolás García Contreras

natureza I (5)

Irisado en tus pupilas burbujeantes de recuerdos.
Enredado en las galerías exclusivas de la tierra,
mientras emanan lianas jueguetonas trenzándose en el tiempo indivisible,
tendiendo sus ramas, 
dejan su vida en el nacimiento.

Brotan para alcanzar la fascinación,
mueren las hojas con una sonrisa en el rostro de las nervaduras,
exhalan los troncos secándose en la pared autóctona,
gimiendo al horizonte con agudas manifestaciónes que solo escucha el viento.

Y se excita en furiosos vendavales, 
removiendo los motivos de los núcleos maduros,
perdurando la existencia de la savia.

¡oh natureza!
Tu que te extiendes eternamente como la música que siempre pregonas,
arrúllame con tus destellos pacíficos,
y dame raíces con las que alcanzar tu deleite.