María Alejandra Pérez Sojo Kunapiache Pluma de Oro de las 5 Águilas Blancas MAPS Alejandrita

Amores de Rojo Terciopelo

Amores de Rojo Terciopelo

   Bravo! Caperuza!...Bravo! mientras danza con su traje rojo de bailarina sobre el gélido mármol blanco de Makrana del Taj Mahal. El Público se levanta y una luz roja proyectada sobre el fondo blanco del escenario devela un frío piso de hielo sobre los que se posa la niña con su caperuza de terciopelo, sobre filosos patines que al girar sin cesar dejan estelas de escarcha triturada que raspón el suelo y nos hace agua la boca imaginando un helado delicioso de frambuesas en nuestro paladar.

   Dice la Caperuza!...todo este mundo...todo este imperio blanco lo construyó un Príncipe para mí. Un Príncipe que llora sin cesar mi ausencia, Un Príncipe cuyo aullido lastimero se escucha proyectado en el cielo estelar de una noche negra...Aúlla mi Príncipe, aúlla mi lobo solitario, que ronda por muchos sitios y se agota...

   Y la Caperuza roja de rojo terciopelo danza girando, danza llorando, danza volando. Un espectacular salto giratorio sobre el suelo marca la pauta al tiempo que parece en el fondo del escenario Su Príncipe Aullador, vestido de lobo, de Sultán hindú, rasga la entrada al Palacio Blanco con su garra desgarradora. Aullidos lastimeros se proyectan por todo el escenario, la bestia engalanada llora sin cesar la fugáz y temida huída de su roja amada.

   Delirio seductor sufre nuestro hermosísimo Sultán. Engalanados de zafiros y rubíes ofrece lluvia de gemas a los pies de su Princesa Roja; pero ella con peculiar desvarío elude tal vez hasta sin querer las seductoras y románticas miradas que invitan a la amada a vivir ese idilio romancero de un peculiar y único amor.

   Mientras el tiempo transcurre \"a contratiempo\" en música, en movimientos, y gestos la danza se convierte en un inquietante y bello frenesí entre dos almas que se aman pero que el velo de la distancia marcará su acento final. Ella una Princesa humana bella y genial, él un Príncipe bestia y animal pero que fue tocado por el picaresco juego de Eros como todo ser mortal.

   La Caperuza Rojo Terciopelo, danza sobre la gélida pista de hielo y una triste mirada de la cabeza en retroceso fija la lejanía del lobo lastimero, con mirada penetrante se despide la Caperuza de su amado, dejando un escenario que disminuye el juego de las luces que otrora apuntaban a los personajes y que ahora en plena oscuridad enfocan los ojos negros profundos y misteriosamente tristes de la niña Caperuza mientras un aullido estremece al mundo del escenario.

 

Por María Alejandra Pérez S. Kunapiache MAPS Alejandrita

Caracas 2009

(Inédito) Todos los derechos reservados

Inspirado en el cuento de \"La Caperucita Roja\" de Perrault