argentino nadies

LLUVIA DE CAFAYATE

La mañana sorprende con nubes,

      y la tarde derrama su bendición.

Espera la tierra sedienta,

tu escasa lluvia Cafayate.

Caen tus gotas una por una, 

como un segundero de Baco.

 

Lluvia del valle calchaquí,

caricia con ritmo pausado.

Fresca sobre la piel ardiente,

¡más no moja tu humedad!

Lluvia que no malogra la tarde,

que complace sin asustar,

que acompaña sin molestar.

 Humilde y sencilla, como tu gente.

Tan sólo un deseo te impongo:

¡Vuelve en torrontés a sorbos,

para mojar mi garganta sedienta!