racsonando

¡A una mujer!

Eres todo mujer de pureza casta,

mi astro imponente en primavera,

obra de Dios, perfecta y justa;

siempre mi esperanza en la penosa espera.

 

Siguen mis pasos tus pasos, eres estrella,

mi ángel de compañia don y tierra

reinas en mi palacio, noble doncella

flor soñada y sempiterna

 

Eres mi aliento, la dulce voz enamorada

que vibra cual finas notas en mi lira,

eres mi gran amor y todo en mi vida

el principio y fin que a mi alma inspira.

y para tí serán mis horas y mis días.

                         Racsonando ando.