Mi anhelo lo persigo, con grande y puro amor!
que sea flor de mayo de efluvio celestial,
sus pétalos rosados mi vaso de cristal
que brinde dulce vino que calme mi dolor.
Con manos muy sedosas de suave terciopelo
que acaricien mi rostro con sublime pasión,
su voz que lleve trino que invada el corazón
con el fresco rocío que proviene del cielo.
El amor de mis sueños es clavel delicado
que brille cual aurora con cada amanecer,
con verdes esperanzas en cada atardecer,
alumbre mi camino con rayo muy dorado
La mujer que imagino llenará de armonía
mis momentos de penas, con intensa ternura,
que el alma me arrebate con mares de dulzura
y vivir los delirios de saberla tan mía.
Camino solitario tratando de encontrarla
cargando a mis espaldas decenas de pesares,
y busco mi quimera por tierras y por mares
con deseo profundo de poder adorarla.
Entonces con sus halos tendré mi Epifanía,
que hará de mis ensueños un cielo fulgurante
y de embelesos lleno, con pasión desbordante
la vida va entregarme su regia sinfonía.
Autor: Aníbal Rodríguez.