Inolvidave

TE LEÍ

TE LEÍ

Te leí, no como se leía hace siglos; con demora de paloma bravía, impaciencia de imprenta y amor blindado de siglo XIX.
Te leí, como se lee ahora ; sin cuidado, con amor instantáneo, con falacia virtual e incredulidad de usuario.

Te leí espía,
debo admitir que te sigo leyendo a escondidas como paparazzi
detrás de éste arbusto vanguardista que Steve Jobs nos parió al mundo antes de morir.

Te leí y mi amor por ti se lacera en vez de cauterizar,
te leí indolente, insegura, pesimista, vengativa y trillada.
Te leí, pero no como te leía antes; segura, optimista, única, auténtica pero sobre todas las cosas...enamorada.

Te leí , te leo y te leeré.
Porque jamás te perdí la pista
porque siempre te encontré,
te leí en fotos, en lugares, en canciones, en personas (te leí en mi piel).

Te leí explosiva, hilarante, irritante y hasta la madre,
lo necesariamente indiferente como para hacerle creer al cretino que amas que no le importas.
Te leí escéptica, triste, automática... te leí de lejos mientras caminabas.
Te leí preciosa, pero no quise irrumpirte el paso.


Te leí, porque a veces no me quedas de otra...

 

-David Córdova-