Aquella tarde
Lluvioso parecía
pero era el clima más hermoso
que mi vista conocía
Aquella tarde
donde su voz escuchaba
Pretendiendo no mirarle
pero en mi mente, más le aferraba
Aquella tarde
tratando de asimilar el momento
Sin razones de sonrisas
Con razones para el lamento
Porque cada segundo acumulado
sin siquiera percatarse
como un Ángel congelado,
sin ningún pretexto,
dejé de pensarle
quizás sólo mientras lo pronuncio...
porque sé que su voz así congelada
ahora no puedo dejar impensada...