ivan semilla

EMBARAZO

La humedad respira su aliento último

ya no hay piedras que lloviznen desgracias

ni estómagos que crujan oxidados ayunos

de amor de larga data.


 

Es feliz,

su dedo anular volvió al anillo

y los retratos a los clavos.

Pasó el plumero al recuerdo que golpeaba,

metió los celos en bolsas de residuos

y perfumo el futuro de vientres y lavandas.


 

Parir la redondez

le trae calma.