Saul Vazquez

La sombra del otoño dormido...

La sombra del otoño dormido
no re verdece hasta que el sol haya enmudecido,
el calido pasto produce un sonido,
el de la paz y la fortuna emigran aburridos.

El alba comienza a salir
y las bellas nubes se empiezan a reunir,
Firmamento estrellado, bello, taciturno;
astro fugaz siempre vuela curvo

Luna cuarto menguante llena de grietas
apaga el umbral eterno, me haces llorar.
Lunares negros, rojos, lunáticos por el mar
enamorado tienes al sol y ya no estás

Crece río, crece, amarra los a tu caudal.
Que no escapen las hojas,
que escindan las rocas,
me besen tus labios, me toquen tus manos, me suelten muy lejos, me alejen del mal.