Astra Polux

Entre risas, un amanecer.

Entre risas y risas,
y charlas a prisa,
como quien descubre la brisa marina
por vez primera  en su vida,
o como quien traza con un 2b
en hoja doble faz de manera prima.

La joven con alma de niña
descubre un curiosesco ser,
paz, calidez y fantasías
sin estar consciente
de aquello lo cubría,
de aquella alegría.

Entre risas y risas
y charlas a prisas,
pausó el tiempo,
lo retuvo en sus recuerdos,
fugazmente se escabullo entre ellos,
por más que busco, fracasó,
porque buscó y descubrió,
que ojos escritos a punta de vivos acrílicos
-quizás siderales, quizás oníricos-
tal cual esos ojos rasgados,
que frente a ella estaban,
no existían, no habían existido.

Rasgados pero almendrados,
almendradamente felices;
de aires  infantiles,
prometían eternidad.
Prometían un baile eterno,
jugar sin hora de volver a la cama.

Volvió a situarse,
integrarse conscientemente al grupo.
Tal cual impulsivo arrebato,
no pudo evitar reirle a sus pupilas
fue despertar para volver a sentir.
¡y Con motivo a flor de piel!

Y Entre risas y risas
Charlas, planes a prisas,
no eran ya aquellos 4 jóvenes riendo,
eran dos extras dos protagonistas.
Dos protagonistas; uno consciente
el otro sin saberlo.
Uno consciente admirando,
deseando los ojos del otro
el otro riendo sin saber cuánto lo deseaba;
aquella niñita ansiando bañarse en sus colores
deslizarse por la curvatura de su iris.

El mundo completo se volvió un estorbo
el tiempo vil y una molestia.
Los modales y presentaciones innecesarias;
volver a besar la magia de hallar un tesoro
volver a ver una Luna guia en un cielo oscuro.
-¡Ah, marineros, hoy volvemos a puerto!-

Y entre risas y risas
y charlas, juntas y promesas
a prisa, mucha prisa.
Una inspiración le brindó aquél joven,
a aquella joven con alma de niña;
encontró un joker escondido en sus pupilas,
dicen, susurran, escribierón por ahí...
una razón para escribirle a la risa, a la vida,
convertir lo muerto y olvidado en eternidad.