Santiago Miranda

Maya (o el genio maligno)

Aquí no hay sol ni viento
aquí no hay verso ni línea letrada
aquí no hay luz en la distancia de los cuerpos
hay aquí una intocable agua que recorre mi fantasma

 

Más allá hay ilusión de antaño
cierro mis ojos y tanteo la forma
contemplada pulpa de brotes-sonidos
(penetrantes y huecos) cierro mi boca
al provenir los sabores frescos
ortiga y menta, la lumbre montañosa
clausuro la puerta de mi alma
las visiones del ático abiertas
huelo con mis yemas desnudas
fuego y hielo en mis entrañas

 

Ir más allá de las creencias
no considero mi aliento condición
de existencia necesaria, nada
más que actos (oh amor y errores)
Aquí nunca hubo significado
sino duda y desconfianza
¿de la trampa esto es vigilia
o ensueño? enciendo las lámparas
del amor quemado, recojo destellos
y vidrios dotados de agudas sensaciones

 

-Pero este amor es tan real
que poco o nada fuera 
de este tiempo recurrente importa-