Diego Nicolás García Contreras

divagaciones empolvadas (9)

Necesito;
el ancho mar florido de tardes caídas
y ser inerte.
La suerte envasada para mirarla en noches frías.

distopías en coordenadas, condenadas a ser olvidadas
entre cartas despavoridas por noticias de muerte.


Luego vapor blanco me tranquilizará
Entre burbujas exaltadas y catárticas.

imaginaré verdes viajes mientras miro mis dedos arrugados;

Un mundo de pan carcomido.
Una siniestra naranja revela la otra cara de la luna:
plateada,
lívida.
Espolvoreada de moho; composición antagónica al cuarzo.

Concentrado,
he recogido los pensamientos de cuervos entre densas nubes.
Pescando piedras del cielo,
peñascos que penosamente ya cayeron el los ojos de los ciegos.

Círculos grises,
polillas giratorias,
playas cósmicas de polen.
Arena, harina, quitina.
Escamas cegadoras.
En ellas, ahorcados de felicidad haciendo ángeles en la nieve
ardímos de encanto entre lánguidas voces anónimas.