El Mochuelo de Minerva

El Segundo Prisionero de la Luz

El segundo prisionero de la luz

dibujando pentagramas en su celta,

con forma elíptica en plenitud,

difamado y confundido con estrella.

 

Los antiguos le llamaron lucifer

pero antes encarnaba a la belleza

Diosa Venus, no hay ninguna como ella,

que el amor a todos diste a conocer.

 

Anunciabas el siguiente amanecer

como el hijo de Aurora, el matutino;

y a su hermano, que casi al atardecer

aparece en ese brillo vespertino.

 

Por un tiempo anunciabas con tu brillo

al caballero de la radiante melena

te encierra ahora en ese ciclo infinito

sin que puedas escapar de sus cadenas,

que mantiene encadenado a tus hermanos,

a los siete en tu misma condición.

Giro eterno de perpetua maldición

sin soldados y sin guardianes armados.

 

Fuiste confundido y condenado en catorce de Isaías

por ser hijo matutino y vespertino de la aurora.

En tu historia las etapas que has pasado no son pocas,

ahora dicen que eres ángel que en su arrogancia caía.

 

Aunque tu reino es el cielo

No eres dios para adorar

Aunque eres prisionero

tu condena es orbitar

Aunque vives en encierro

tu cadena es gravedad

Aunque tienes carcelero

al sol no debes odiar.

 

Pentagramas que dibujas,

nada sobrenatural

es la danza con tu hermana,

planeta tierra y hogar

del poeta que hoy infundas

la inspiración primordial

para plasmar en el alma

del los que quieran mirar

la historia de aquel planeta

que tiene aun mas que contar.

 

Autor: El Mochuelo de Minerva

Fecha: 12/01/2017

 

Recomendación: Leer la descripción del poema