Araceli Vellber

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El silencio duró

lo que dura un beso

 dos labios unidos al azote del viento

y algunos sueños escondidos

entre sábanas y aquellos cajones viejos.

Tu beso duró

lo que tardaron dos cuerpos en caer al suelo,

ya desnudos todo fue obra del amor

y es que tú y yo cada vez utilizamos menos letras

y más pasión,

tendré que empezar a quitarle el polvo

a los viejos libros.