Gaviota Romero

¡DIME ABUELO! Narrativa corta. Audio. En dos voces. Luíso y Gaviota

 

 

Luiso: - Dime abuelo, tú que fuiste marinero ¿Qué color tiene el mar? ¿Es verdad que muchos barcos navegando se perdieron? ¿Y en sus entrañas se encuentran grandes, grandes tesoros?  Dime abuelo: ¿Por qué abandonaste el mar? ¡A mí me gustaría ser marinero, navegar por muchos mares, conocer tierras lejanas, contemplar esas hermosas ballenas, los delfines, bancos de ricos corales! Dime abuelo: ¿Cómo es posible que puedas vivir lejos del mar, si yo lo amo sin conocerlo?

 

Abuelo:- Escucha, ¡hay mi pequeño!… cuando yo por esos mares navegaba, todo lleno de entusiasmo, viendo el azul del mar y el cielo, eso me alegraba el corazón, porque las redes siempre sacábamos repletas de muchos peces que vendíamos en los puertos. ¿Qué por qué abandoné el mar? ¡Mira pequeño! Yo estaba enamorado del mar, y un día me fui tierra adentro, porque no quería ver como perdía su color, ni ver morir sin remedio, a peces, aves y cangrejos; Cuando por el egoísmo de los hombres que ponen sus intereses primero. Matando están los mares, pequeño…

como viejo te voy a dar un consejo… no te vayas a embarcar, si no quieres sufrir y sentir la impotencia de ver morir a los mares sin remedio. Y pienso… ¿qué puedo hacer yo? ¡Dios mío! Si yo solo no puedo impedir, que el hombre siga arruinando el mar y el planeta entero. Solo Dios, mi niño…solo Dios, puede ponerle remedio.  El hombre, ya no puede arreglar nada. ¿Comprendes, por qué abandoné el mar?  No quería verlo agonizar.  

 ¡Es tanto, lo que lo quiero!