Erika Mendoza

Un rojo raro

... Sólo me queda decir,

que su corazón se desangraba mientras yo partía,

pero no dijo nada y nada quise decir.

 

Parecia que su herida era realmente profunda,

tanto que sus huesos quedaron al descubierto,

y pronto la sangre cubrió su cuerpo,

era una sangre muy distinta a las demás,

esta tenía un tono poco común, muy raro,

raro, pero especial,

estaba entre el rojo carmín y el rojo escarlata,

realmente era un rojo que no existía.

 

Al verlo, extrañada quise saber el porque de ese color...

Nunca lo supe.

Tiempo después me enteré que fue porque su corazón,

tampoco existía.