Max Hernandez

Dime a dónde vas... MAELICO

Dime buen velero, dime a dónde vas...

No ves acaso que una tormenta, se acerca ya?

 

Soy un marinero, que feliz cantando va,

enfrentando sus miedos, y respetando al mar.

Seré duro y fiero, curtido en el sol y la sal,

Pero en el fondo quiero, regresar sano a mi hogar.

No me intimidan los vientos, ni el furioso temporal,

Ni el arduo trabajo, ni un final fatal.

Yo se que dependo, de un compañero leal,

Que junto conmigo, siempre ha de navegar...

 

Dime marinero, dime a dónde vas...

No quisieras a tierra, pronto regresar?

 

No soy simple marinero, yo soy su Capitán!

Y por tamaña afrenta, lo voy a sancionar.

El timón en mis manos, siempre estará.

Yo dirijo el barco, lo guío en el vasto mar

Y conmigo a salvo, todos han de estar.

No le tengo miedo, al frío o a la soledad,

Pues en este momento, soy Yo el Señor del Mar!

 

Dígame Capitán del velero, dígame a dónde va...

Es acaso necesario, enfrentar a este temporal?

 

Soy el Almirante, de toda una gran flota ya,

Y conmigo a mi mando, vamos todos a navegar,

Buscando al adversario, para en combate singular,

En la gloria o la muerte, entregar nuestras almas a volar.

En el cielo o el infierno, nos iremos a encontrar,

Y quizá en ese momento, podremos descansar.

Pero ahora es tiempo, de empezar a batallar,

No se duerma marinero, que el combate empezó ya!

 

Dígame mi Almirante, dígame a donde va...

Acaso no ha sido suficiente, ya tanto batallar?

 

No soy almirante mi amigo, un simple pescador nomás,

Que junto a sus hermanos, nos hicimos a alta mar,

En busca de grandes peces, de atunes y calamar,

Para llevar el alimento, a la mesa de nuestro hogar.

Solamente yo quiero, sano y salvo regresar,

a mis hijos y a mi amada, para poderlos abrazar.

Guía Dios a mi nave, guíala en seguridad!

No permitas que encalle, o que se pueda voltear.

 

Dime pescador amigo, dime a dónde vas...

No ha sido tiempo suficiente, estar en alta mar?

 

Qué pescador ni ocho cuartos, de un palo lo voy a colgar,

Por no poder a un Señor Pirata, diferenciar de un simple mortal.

No ves acaso la Jolly Roger, en el palo mayor flamear?

Surcando voy los siete mares, para mil botines tomar,

Y al mismo demonio en el infierno, si es necesario he de enfrentar.

No tengo Patria, no tengo tierra, pero tengo mi libertad,

Mi palabra es ley a mi manera, y es lo único que has de escuchar.

Vamos piratas, por los mil demonios, al abordaje ya!

Que su cuota de pólvora y sangre, la muerte acaba de reclamar!

 

Dígame Señor Pirata, dígame a dónde va...

No son acaso suficientes, los tesoros que acaba de tomar?

 

Soy un pirata, soy un bandido, soy un ladrón de alta mar,

Pero este no es un velero, sino tu alma que surcando va,

Por los mares de tus sueños, en la apasionada inmensidad,

Con velas que alzan vuelo, para volar en libertad,

Sin cadenas que te atrapen, a este mundo terrenal.

Y al timón de este velero, un magnífico capitán está

Un lobo de siete mares, de indomable voluntad,

Que siempre ha caracterizado, a los valientes de verdad.

Soy tu corazón enamorado, que se enfrenta a cualquier tempestad

Pues siempre me acompaña, la fuerza de un amor de verdad!

 

Dime mi corazón enamorado, dime a donde vas...

 

Voy en busca de mi amada, y seguro estoy, que la he de encontrar...