Diego Nicolás García Contreras

Ascenso (9)

Me senté en los durmientes de tu atardecer

en tu regazo. 

 

Salgas o no estaré aferrado

a escaleras naturales

y seguiré subiendo. 

 

¿Sabes?

Veo siempre su VOZ. 

No solo cuando con ella danzo. 

 

Suspiro, seré manso. 

 

Escalo entre las piedras del tiempo, 

Piedras que perforo en el ascenso

son la carne del silencio. 

 

Para llegar a tus ojos

de vertientes suplicante, 

de piedades que susurran cantos.

A tu pecho respirando. 

 

 

A veces deambulo

mientras tus siembras nueces entre los pétalos.

 

Esperamos un canto imponente y calmo, yano vivo

 

 

que acaricie el musgo 

en tus labios

absorbiendo el rocío 

en tierras perfumadas. 

 

 

 

Me acerqué a tu centro, 

entre tus dientes

soplé versos

que amaron

tus adentros. 

 

Para mirar lo ulterior de tu recuerdos, 

me mantuve despierto.

para regocijar tu paladar

de besos. 

 

 

todo eso me encumbra al momento

En que nuestras sienes siento al viento en el bosque de playa

Meciendo quillayre

Cipreces. 

 

Hoy volví a estar 

Preso de tus pechos

que muerdo
bordeando

onduladas dunas. 

 

Al salir con el atardecer más abrigados y lentos

 

las colinas silentes suaves son clenso

 Brilla el son intenso en nuestros chalecos 

y sudo con tus ojos 

Ardo de sangre 

y verso.