Gloria Lepilaf

Faltan manos limpias

Faltan manos limpias,

manos abiertas, manos blancas,

que recojan en pedazos

los escombros del alma.

Faltan pies dispuestos

y hombros amplios,

para llevar la carga

del cojo y el cansado.

Faltan ojos que vean

el corazón herido

y oídos que escuchen los lamentos

de inocentes que sangran

por los designios de una espada.

Falta una llave mágica

capaz de abrir una sonrisa

y una palanca que mueva

lenguas y gargantas oxidadas,

para decir: Paz,

que nos hace tanta falta.

Tal vez, estamos escasos

de seres humanos.

La fe y el amor

han escapado por las grietas.

Nos  Sobra  indiferencia.

y ni siquiera

nos hemos dado cuenta.