Tu Gioconda

Aún te deseo...

Aún te deseo...

 

Me he culpado por amarte

con esa intensidad que me trasciendes

lleno de lujuria, de pasión, de egoísmo,

de tenerte solo para mí,

cuando en realidad eres ajeno...

 

En mi mente quedó inmortalizado

aquel recuerdo... el día en que cumpliste mi fantasía,

arriesgada, agitada, improvisada,

pero llena de satisfacción,

de tenerte aunque fuera por un instante,

sólo mío,

me mirarás, 

me analizaras,

disfrutando del placer con gozo,

como nunca antes lo sintiera,

y por su puesto te dieras cuenta

que no soy perfecta,

mucho menos santa...

de mis fijaciones...

en fin...

y yo como una loba 

mirandote fijamente,

viendote disfrutando de mis travesuras 

y seduciendote suavemente...

 

A dias de tu partida

y con el más triste de los recuerdos,

porque me dejaste,

aún permanecen en mi mente aquel instante,

que se convirtió en eterno,

deseando volver a tenerte otra vez,

aunque después me sienta culpable...

de percibirte con todos mis sentidos,

de olerte... tu perfume,

de saborearte... completamente,

de mirarte... alocadamente,

de escuchar... tus sollozos y quejidos,

de sentir... la suavidad,

el calor de tu piel,

tu corazón latir agitadamente,

tratando de leer tu mente,

tocando tu alma,

y por su puesto llegando al cielo contigo...