angelillo201

Espaldas de guerra, columnas de hierro.

No me preguntes por qué no temía a lo que llegará del otro lado del río, sabiendo  que a mi espalda estaba la guerra. Una guerra que no  veía, que no  se escuchaba todavía en Vall d´Uixó, y cuyas alambradas estaban a menos de una hora de avión del río Belcaire. Pero  en cualquier esquina de vall d´uixó, parecía que esa guerra estuviera presente. Y que los heridos, los refugiados, llegarían desesperados como un ejército invasor  y acabarían con todos los recursos de nuestros tenderos:

Algodón, pan, harina, arroz, patatas, compresas, pañuelos….

No me preguntes por qué, no me importaba lo más mínimo que los refugiados que llegaran, los heridos de la guerra, del hambre, de la persecución política…acabaran con todos los recursos de los tenderos de vall d´uixó.

Allí estaba el río, como una serpiente de cascabel, golpeando con su cola cada piedra.

A su espalda húmeda: la guerra.

En sus pies cansados la esperanza y fortaleza que les impulsaba a seguir adelante, incluso chafando esa serpiente fría y cortante, capaz de arrastrarlos hacia abajo haciéndoles desaparecer.

Se han puesto en movimiento por todos los lugares del mundo, ancianos, mujeres, sus hijos recién nacidos, y otros que nacen y mueren en el camino, entre las olas, bajo las ruedas de los camiones,  las alambradas, en tiendas de campaña…

Forman centenares de columnas de hierro que nadie quiere, ni la guerra.

Por donde pasan, dicen que llegan.

Atraviesan entre gente que tiene raíces, y los esparcen como simiente a otra parte.

cuando los expulsan, las columnas se ponen en camino de forma pacifica, entre pasillos de gente que les escupe, les insulta. policías histéricos y cobardes  los apalean salvajemente para repelerlos como si fueran fieras en vez de seres humanos.

Conforme dejan atrás los bombardeos, la persecución político  religiosa, es peor.

Es peor es cuando más seguros se encuentran, cuando han llegado a Europa.

La Europa culta y tolerante, la Europa del hombre,la Europa de los derechos humanos.

Entonces la desesperación, las vejaciones, el cansancio se hacen inhumanos de insoportable, porque es sencillamente: incomprensible.

Las esperanza se convierten en sal.

En la sal de los desiertos, en la sal del mar, en la sal de los ríos, en la sal de los montes. Sal que se incrusta en la carne y la congela como el hielo que conserva la muerte fresca, tan fresca como la vida.

Miles y miles de columnas de hierro se han puesto en movimiento.

Están en camino huyendo de las guerras locales, del hambre, de las persecuciones políticas.

No me preguntes por qué.

¿ Por qué quiere la gente de aquí  que vuelvan atrás, o quitarles las vidas´?

Seguramente sea porque es lo único que traen.

La verdad, miro el río, y como se aleja entre las orillas, y no lo sé.

No soy capaz con dar una explicación.

Quizás, yo sea el siguiente en irme cuando estos tenderos digan que hay demasiado pobres en vall d´uixó. Y que acabaremos con todo, o revelándonos contra ellos.

Entonces no me cabe duda, de que la policía nos empujará al  río, a las alambradas ,o a la fosa común.

No me cabe duda.

Es lo único que  sé.

angelillo de Uixó.