Esteban Mario Couceyro

Caminos

La montaña, pretende alejarse del mar

y llegar al cielo

sin saber, que una fina hilera

de pequeñas hormigas, la está subiendo.

Mi mano, en cambio

intenta llegar primero

del cielo,  al mar

a tus cabellos

y rozar suave, el talle.

Las hormigas, llegarán

tan alto como la montaña

y mis manos...

mis manos, solo llegarán al mar.