Melany Devia

Tus ojos, mis jueces

Son tus ojos celadores vigilantes,

Aseguran mi encierro, constantes,

No vagan, no parpadean un segundo,

Dictan mi tiempo privada del mundo.

Son ellos mis jueces, son mis jurados,

Quienes impíos me condenan,

Quienes me imputan una lista de cargos,

La encabeza el amarlos, 

La razón de mi pena.

Amarlos, y que no me amen de vuelta,

Llorarlos, y que no me lloren, de la misma manera,

Pensarlos, y no ser pensada por quien se piensa,

Y siguen los cargos, y siguen, y siguen y siguen...

Descarada, niego todos mis delitos, 

Bajo el juramento hipócrita de quien es juzgado,

Bajo el efecto del alcohol que emana su brillo,

El brillo de tus ojos deseados.

No hace inexistente a ningún crimen,

El que sus hechos sean negados,

No busco amnistía, no pretendo ser absuelta,

Tan solo quiero amarlos, amarlos, amarlos,

Aunque no me amen de vuelta.