Señor, que todos dicen estás en las alturas,
que tu tienes poderes, que proteges al mundo,
que bondad te cobija, que tu amor es profundo,
y que eres esperanza de todas las criaturas.
De niño me decían que tu eras Dios perfecto,
que jamás en la vida tu poder despreciara,
que siempre tu serías la luz que me alumbrara,
con tu manto cubierto del amor mas dilecto.
Recuerdo que mi madre creyente y bondadosa,
a rezar nos ponía tu oración Padrenuestro,
tan piadosa decía que tu tienes el estro
que el camino nos cubre con tu luz majestuosa.
Los años han pasado, mi fe tu la perdiste,
mirando las miserias que nunca tu enmendaste,
pregunto si es posible que a todos engañaste
Justicia prometiendo, que nunca lo cumpliste.
Me hablaron de tu gracia, soberbia, omnipotente,
y dejas que este mundo se muera de tristezas,
que causan tantas guerras, el hambre y las pobrezas
de miles de millones que mueren lentamente.
Al mundo tu viniste en hombre convertido
tus carnes comprobaron la pena de injusticia,
y miras los tiranos cubiertos de codicia
mas nunca tu terminas el llanto del sufrido.
Autor: Aníbal Rodríguez.