Murialdo Chicaiza

URBANO III

URBANO III

                                      A Adriana Viedman

Qué pena de las casas

de ventanas apagadas

y de portones herrumbrados

qué tristeza de las ventanas

sin cortinas y sin luz

mientras cuento el tiempo

en poemas aprisionados

y algo se desvanece

entre las calzadas que piso

no me extraña que desconozca

la vida de los prisioneros

pero los imagino comiendo

o mirando la televisión

dentro de sus cubículos

entre la penumbra del anonimato

no me conocen aquellos desconocidos

en el hormiguero estupefacto

me hallo absorto y sorprendido

deshaciendo los nudos de la noche

por calles a media luz

enceguecido por los faros

de los autos que pasan a mi lado.