¿Verdad que Tu haz visto el esfuerzo que hecho estos largos años?
Estoy seguro que haz notado las muchas formas como te he seguido,
cómo a veces parecía que prácticamente te seguía el paso
y las ocasiones en que creo haber andado el suelo de otro mundo.
Sé que me has visto cuando apenas he sido una sombra de mismo,
las veces que mi alma ha perdido su luz, envuelta en dudas y penas,
y como lo ves todo, me localizaste perdido, dando vueltas a la nada
rondando precipicios de una soledad viscosa, sin ruta ni sentido.
¿Haz notado que en realidad a los dos nos cuesta encontrarnos?
que cuando yo no veo entre la niebla, parece que no me observas
que si divago y me pierdo, los dos vivimos el mismo problema,
que floto casi sin fe, sin tu mano de Dios que me sostenga.
Yo entiendo que Tu nada más esperas que yo sólo crea
que camine solo, ciego y sordo entre espinas y silencios,
firme la vista, seguro el paso, con mi propia cruz a cuestas
yendo en pos de Ti, sin condiciones, sólo asido a Tu esperanza.
Que igual que Job, en medio del dolor, me postre y adore
porque Tu no me debes un premio, ni nada, nada
y yo no te busque porque le huya a un gran miedo
y en fin, de que mi pides todo el amor que tenga.
Que te ame con todo mi corazón, mi alma y mi mente,
sin medios pasos, medios besos, ni media vida contigo
Y, entonces dime ¿verdad que me notas otra vez a tu lado?
y me ves andar en la dulce senda que Tu Luz abre entre la niebla.