kavanarudén

Creo

 

Creo en la capacidad que tiene el ser humano de ternura. De salir de sí y manifestar, con una caricia, una sonrisa, sus más profundos sentimientos.

 

Creo en las lágrimas expresión pura de dolor, alegría o tristeza.

 

Creo en la mirada sincera que es capaz de ser más expresiva, más elocuente que la palabra misma.

 

Creo en el perdón, medicina y bálsamo que cura el ánima, elevando el entendimiento. Aumentando la capacidad de ser verdaderamente humanos.

 

Creo en el verbo que anima, que acompaña, que impulsa a continuar a pesar del cansancio de la vida.

 

Creo que cualquier arte es la manifestación veraz del alma humana.

 

Creo en esa capacidad que tenemos de entrega, de sacrificio por lo que amamos, hasta derramar la última gota de sangre, con una sonrisa en los labios.

 

Creo en la destreza del ser humano para renacer de sus cenizas. De cambiar, de mejorar aprendiendo de sus errores.

 

Creo en la compasión, noble sentimiento que nos hace experimentar el dolor que puede sentir el prójimo y que nos impulsa a actuar.

 

Creo en el amor entre dos personas, que va más allá del género, de una atracción o acto sexual. Que es compartir, respetarse, comunicarse, perdonarse, comprenderse, aceptarse… Dos compañeros de camino que construyen a cuatro manos.

 

Creo en la existencia del mal, de ese sentimiento negativo que es capaz de destruir lo bello y hermoso que encuentra a su lado. Que tiene fuertes servidores, seguidores, que sucumben ante el mismo, pero también creo que el BIEN y que supera en demasía el mal.

 

Creo que fuimos creados para la felicidad, para vivir en armonía con lo que nos rodea, en paz con nuestra conciencia, lugar privilegiado donde habita Dios.

 

Creo en la amistad, en ese noble sentimiento que nos hace ser mejores, que va cultivado en las pequeñas cosas de cada día. Que es capaz de dar una mano cuando se le necesita, un consejo, una reprimenda, una corrección.

 

Y a pesar de cualquier experiencia negativa que viva, quiero seguir creyendo, (sin caer en la tentación de generalizar) en ese ser maravilloso salido de las manos del creador.