De veras es bello recordarte…
Aquí en los peroles de mi cuarto
mi ser noctambulea
en este humo del café
que desaparece rápido con el frío,
pero guardo la simpleza
de un amor para ti,
como marcha de hormigas
que pasan junto a la pared
siempre a la misma hora...
Las hojas de mis libros
pasan a la izquierda
enseñándome tu mirada,
un cocuyo se ha parado
en mi mesa y alumbraba
no más que lo necesario
de su hermosa intención...
La noche se lleva todo,
somos vagos conocedores del amor.
Esta luz tenue verdea
sobre la madera y revela
el casi castaño de tus pupilas
y toda esta mezcla es como
la respuesta que aún
me falta por darte...
Como lo esperado del café
que se termina marcando una pauta
a esta noche de preguntas.
De veras es bello recordarte...
Y si un día te vas
llévate esto que hoy escribo
más que letras es el boceto
de una mujer hermosa
quizá respuesta de un
momento dado,
que yo seguiré fiel a mis noches
recordando tus ojos
y diré que los míos
solo por verte
¡Estuvieron vivos por un momento!